Un destino que no puedes perderte en los países bálticos es Tallin, la capital de Estonia, antigua república soviética. Es una de las ciudades más bellas de Europa, producto de una combinación entre ciudad medieval, nórdica y soviética, conserva un casco antiguo rodeado de murallas sobre las que sobresalen los estilizados campanarios de sus iglesias y los tejados rojos de sus palacios. La “guerra fría” dejó su impronta en la ciudad y puedes visitar el edificio de la KGB para conocer la historia reciente del país. Acompáñanos mientras exploramos algunas de las mejores cosas que ver en Tallin.
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Cómo ir a Tallin
Vuelos
Desde España hay vuelos directos al aeropuerto Lenart Meri de Tallin, aunque desde pocos aeropuertos, Málaga, Barcelona y Tenerife, y principalmente en verano.
El aeropuerto está muy cerca del centro de la ciudad, a unos 4 km, y hay varias combinaciones fáciles en transporte público para ir al centro. El autobús número 2 y la línea 4 de tranvía te dejan junto al centro comercial Viru, muy cerca del casco antiguo.
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Barco desde Helsinki
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Qué ver en Tallin
La Ciudad Vieja concentra los principales atractivos, con sus callejuelas empedradas, iglesias, palacios y edificios medievales. No dejes de subir a los miradores de Patkuli o de Kohtuotsa para disfrutar de las espléndidas vistas de la ciudad, y visita también los otros barrios de la ciudad, como Kalamaja con sus casas de madera de colores.
Toompea, de lo más bonito que ver en Tallin
Es la parte alta de la ciudad, y en ella debes visitar las catedrales ortodoxa y luterana, el Castillo y el Parlamento, además ofrece algunas de las mejores vistas de la Ciudad Vieja.
Catedral Alexander Nevski, un imprescindible que ver en Tallin
Esta catedral ortodoxa fue construida en el siglo XIX en honor al príncipe de Novgorod Alexander Nevski. De estilo historicista y un símbolo del poder ruso destaca por sus cúpulas bulbosas y un interior decorado con mosaicos e iconos.
Castillo de Toompea
Tiene dos partes bien diferenciadas, los restos medievales con parte de las murallas y la alta torre Pikk Herman, y el barroco edifico de color rosa y blanco del Parlamento Estonio.
Catedral de Santa María (Toomkirik)
La catedral luterana de Santa María contrasta con la ortodoxa por su sobriedad y su blanco inmaculado, sobre la que destaca su alta aguja barroca.
Muralla y Torres
Unos 2 km de murallas muy bien conservadas rodean la Ciudad Vieja. Las actuales son del siglo XIV, y aún se conservan la mitad de las 46 torres que tuvo. Cuando se ve la Ciudad vieja rodeada de las murallas y torres desde los miradores te parecerá una ciudad de cuento. Un buena forma de apreciar las murallas es recorrer el parque Tornide väljak.
La Torre de la Doncella, Neitsitorn, de plata cuadrada, debe su nombre a que fue utilizada como cárcel para prostitutas. La torre contigua se denomina Kiek in de Kök, que se puede traducir por vigilante de la cocina, pues desde su altura se divisaban los techos de la ciudad y las cocinas de las casas, y que actualmente alberga los túneles de la II Guerra Mundial. Otra torre muy característica es Paks Margareeta, Margarita la gorda, llamada así por su gran diámetro, y que alberga el Meremususeum (Museo de la Marina).
Vanalinn, la otra zona que ver en Tallin
Es la parte baja de la ciudad, bajo la colina de Toompea, y conserva su estructura medieval con encantadoras calles, pasajes y puertas en las torres de las murallas.
Calle Pikk
La calle de la Pierna larga o Pikk cruza prácticamente todo Vannalin. En ella habitaban los comerciantes más ricos de la ciudad, por lo que está llena de interesantes edificios del siglo XV: Suurgilde Hoone, que fue la casa del Gremio Mayor, y actualmente acoge el Museo de Historia Nacional; la casa del Gremio de San Canuto, sede de los artesanos más sencillos; la casa de los Cabezas Negras, una fraternidad de comerciantes célibes; o las casas de las Tres Hermanas.
Entre las calles Pikk y Lai verás la alta aguja de la gótica iglesia de San Olaf. Puedes subir a la torre y disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad. El esfuerzo vale la pena.
Plaza del ayuntamiento
La plaza, denominada Raekoja Plats, es el corazón de la Ciudad Vieja, muy grande, siempre llena de vida y rodeada de bellos edificios de colores.
En la plaza está el Ayuntamiento de estilo gótico y la farmacia más antigua de Europa, Raeapteek, abierta en 1422, y convertida en un auténtico museo con productos farmacéuticos e instrumentos médicos de los siglos XVI a XX.
Puerta de Viru
En la calle Viru se abre una de las entradas a la Ciudad Vieja flanqueada por dos torres cilíndricas que es una de sus imágenes más icónicas.
Pasaje de Santa Katarina y Meistrite Hoov, un lugar encantador que ver en Tallin
Esta calle es de cuento. Es un pasaje que une las calles Vene y Müürivahe, y que es justo lo que puedes imaginar que sea una calle medieval. Está lleno de tiendas y talleres de artesanía. Muy cerca está Meistrite Hoov, el Patio de los Maestros, otro rincón con auténtico aire medieval con talleres artesanos y cafés.
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Gastronomía
La cocina estonia es bastante contundente, basada en el cerdo, generalmente asado, con platos típicos como el verebost, una salchicha en tripa ahumada, o el sült, gelatina con rábano, y en pescados ahumados, suitsukala. En cuanto a dulces prueba el kissel, con frutas del bosque, o el kringel, de uvas pasas. La bebida típica de la zona, además de la cerveza, es el licor de hierbas vanna tallinn.
Dónde dormir en Tallín
Te recomendamos el Hestia Hotel Kentmanni, en una zona tranquila, a 10 minutos andando del centro y con spa y gimnasio o el Oru Hub Hotel Tallinn – Handwritten Collection, un hotel nuevo de estilo nórdico, ideal si viajas en coche de alquiler.
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