Escondido en el profundo cañón de las Hoces del río Turia, bajo el pueblo de Chulilla y vigilado por el Castillo, se encuentra el Charco Azul de Chulilla, uno de los parajes más bellos del interior de Valencia. El pequeño embalse de llamativas aguas de color verde, no azules, rodeado de altas paredes verticales, y la pasarela que se adentra a su interior, hacen de este rincón un paraje que no vas a olvidar. Aprovechando el estrechamiento del cañón los árabes construyeron un azud para derivar las aguas de riego para las ricas huertas junto al río.
La ruta que te proponemos parte desde el centro de Chulilla y desciende por sus callejuelas de trazado árabe hasta el Charco Azul, pasa por las huertas de la orilla del río, con magníficas vistas de Chulilla y su castillo. Relájate en la pasarela y admira el magnífico entorno que te rodea.
Provincia: Valencia
Localidad: Chulilla
Distancia: 7,3 km
Desnivel acumulado: 93 m
Duración: 2 h
Tipo de ruta: Circular
Nivel de dificultad: Fácil
Apta para perros: Sí
Época recomendada: Cualquier época del año.
Fuentes: Sí
Accesible en autocaravana o furgoneta: Sí
Restaurantes: En Chulilla
Fecha de realización: 05/01/2023
La ruta comienza en la plaza de la Baronia, en pleno centro de Chulilla, aunque tendrás que aparcar en las afueras del pueblo, en alguno de los aparcamientos habilitados. Un buen lugar si también quieres hacer la Ruta de los Puentes colgantes de Chulilla que se combina fácilmente con ésta, es el aparcamiento en la Urbanización Santa Bárbara. Ubicación: Proyecto 7. Coordenadas GPS: 39.65966, -0.89128.
Desciende a través de las callejuelas del pueblo hasta las huertas del fondo del río. El sendero sigue por la orilla del río Turia, que hay que cruzar en un par de ocasiones por pasarelas, y protegido por un precioso bosque de ribera y cañas.
Desde esta zona ves arriba Chulilla y las murallas del castillo sobre la roca. Las altas paredes suelen estar pobladas de escaladores, que han encontrado en estas hoces un auténtico paraíso. Tiene que ser una maravilla ver las profundas hoces colgado de sus paredes.
Poco antes de llegar al Charco Azul hay que cruzar a través de un curioso pórtico en la roca, conocido como El Arco.
A continuación se abre el impresionante Charco Azul. Llama la atención la pasarela de madera que se adentra en el agua. Es fácil encontrar a gente tomando el sol en ella. Ya hemos comentado que el agua es de color verde, no azul. Parece ser que el nombre de Charco Azul viene de la derivación de la palabra árabe assut o azud, que al final acabó dando nombre a este paraje.
En un lateral la pared está horadada y paralela a ella va una precaria pasarela de madera en muy malas condiciones, por lo que no es recomendable adentrarse por ella.
Regresa por el mismo camino, vuelve a travesar bajo El Arco, y un poco más adelante toma un sendero a la izquierda que va ascendiendo en dirección a Chulilla. El camino cruza un canal y poco después debes tomar un desvío a la derecha para entrar ya en las calles de Chulilla.
Nosotros hemos aprovechado este recorrido también para visitar el interior del pueblo, recorrer sus sinuosas y empinadas callejuelas, y acercarnos hasta la plaza de la Iglesia.
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