La ruta Salobreña-La Caleta discurre por las playas de Salobreña, La Guardia y La Caleta, continuando por la Senda Mediterránea hasta la pequeña playa del Caletón, y un poco más allá, por las rocas bajo los acantilados. El tramo de la Senda Mediterránea es espectacular, un sendero bajo el acantilado en el que se puede observar el fondo marino entre las rocas.
Provincia: Granada
Localidad: Salobreña
Distancia: 4,3 km
Desnivel acumulado: 31 m
Duración: 1 h 30 min
Tipo de ruta: Lineal-circular
Nivel de dificultad: Fácil
Apta para perros: Sí
Época recomendada: Cualquier época del año.
Fuentes: No
Restaurantes: En Salobreña, la Guardia y la Caleta.
Para realizar la ruta Salobreña-La Caleta salimos desde el mismo pueblo de Salobreña. Vale la pena también hacer un recorrido por la localidad, que es muy bella y con varios puntos muy interesantes.
Nada más comenzar el recorrido os encontraréis con el peñón, la formación rocosa que es un símbolo de Salobreña, y que separa sus playas en dos zonas. Desde sus rocas es habitual ver a gente saltando al agua, algunos desde alturas considerables.
El camino sigue por la playa de La Guardia. Podéis seguir por la misma playa o por un paseo que se ha habilitado recientemente junto a un parque. Esta zona está preparada, supuestamente, para acoger una serie de hoteles. Al otro lado se vislumbra Salobreña, con sus casas escalonadas sobre la roca y arriba del todo el Castillo.
La Guardia es una pequeña pueblo, originariamente de pescadores, y ahora centrado en el turismo familiar de playa. Junto a la playa y casi en la misma orilla destaca el Bar Manolo, un estupendo lugar para comer o tomar una bebida acompañada de buenas tapas de pescado.
Un poco más adelante os encontraréis una gran construcción que se adentra en la playa y que se bordea por un muro junto a la costa. Se trata de la antigua Azucarera del Guadalfeo. Llegáis a otro pequeño pueblo pesquero, La Caleta, con sus blancas casas escalonadas sobre la ladera. Una plaza que se asoma al mar es el punto habitual de reunión de pescadores con sus cañas.
Aquí comienza la Senda Mediterránea, que discurre bajo los acantilados y por entre las rocas entre las que se observa muy bien el fondo marino, con abundante vida acuática. También abundan por aquí los pescadores.
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La Senda acaba en la playa del Caletón, una pequeña cala pedregosa que es una delicia especialmente en verano, ya que está un tanto aislada y no es muy frecuentada. Podéis seguir la línea de costa por las rocas.
Para más información de la ruta y descargar el track pinchad en el siguiente enlace: