La ruta del Castillejo de los Guájares transcurre por uno de los valles menos conocidos de la provincia de Granada. Junto a la Costa Tropical, pero protegido por las montañas de la linea de costa, se encuentra el Valle de los Guájares, con tres pueblos preciosos dedicados a la agricultura. Como el valle no es lugar de paso y la carretera muere en el mismo, no es un lugar muy frecuentado, siendo un entorno de gran belleza.

Provincia: Granada
Localidad: Guájar-Fondón y Guájar-Faragüit
Distancia: 5,67 km
Desnivel acumulado: 263 m
Duración: 2 h
Tipo de ruta: Circular
Nivel de dificultad: Fácil
Apta para perros:
Apta para niños:
Época recomendada: Cualquier época del año
Fuentes: No
Restaurantes: En Guájar-Fondón y Guájar Faragüit

Esta ruta se inicia en Guájar-Fondón y asciende al Castillejo, restos de una fortaleza medieval que domina todo el valle. Desciende a Guájar-Faragüit, después de cruzar el río de la Toba, que va por el fondo del valle, y regresa a Guájar-Fondón de nuevo.

Iniciamos la ruta del Castillejo de los Guájares a la entrada del pueblo de Guájar-Fondón, que es buen sitio para dejar el coche. Atravesamos el pueblo ascendiendo por el mismo hasta la parte más alta, donde se inicia el camino hacia el Castillejo.

En su inicio el sendero atraviesa tierras de labor y cultivos tropicales, como chirimoya y aguacate, hasta descender al Barranco de Rendate.

Una vez cruzado el barranco se inicia un fuerte ascenso hasta llegar al Castillejo. Conforme vamos ascendiendo vamos disfrutando de unas maravillosas vistas del valle y la Sierra de los Guájares enfrente. En el ascenso hay que tomar un desvío a la derecha, que está bien señalizado, indicando en camino al Castillejo.

Poblado fortificado del Castillejo

El Castillejo de los Guájares es un poblado fortificado en lo alto de una peña, a unos 405 m de altitud, habitado entre finales del siglo XII y principios del siglo XIV, lo que corresponde principalmente a período almohade e inicios de la dominación nazarí.

Se conservan una serie de viviendas y estructuras defensivas y se encontraron en las excavaciones arqueológicas restos cerámicos, especialmente de uso doméstico. Cada vivienda se distribuye alrededor de un patio central. Las cubiertas de las viviendas debían ser de tejas, ya que se han encontrando abundante restos de las mismas.

El poblado se divide en dos partes, a los lados de una calle. Está fortificado, rodeado por una muralla y dos torres de planta cuadrada, el acceso es por una puerta con doble recodo.

Además de las viviendas se puede ver un aljibe, que conserva un fragmento de bóveda, y en el exterior de la muralla se conservan restos de una alberca y una acequia.

Fue abandonado repentinamente a principios del siglo XIV sin que se conozcan las causas de dicho abandono. Volvió a estar ocupado durante cierto tiempo en el siglo XVI, durante el período de la sublevación mudéjar.

Una vez visitado el Castillejo, donde podremos hacernos una idea de como era este asentamiento y disfrutado de las vistas del valle, regresamos por el sendero un pequeño tramo para tomar el primer desvío a la derecha que nos lleva, en fuerte descenso, al río de la Toba. El sendero va primero por un pinar, y después se adentra en terrenos de cultivo, donde predominan los aguacates.

Tras cruzar el río de la Toba hay que ascender a Guájar-Faragüit. Vale la pena desviarse un poco y acercarse a visitar el pueblo. Nosotros en esta ocasión no lo hacemos y nos desviamos en la primera calle del pueblo a la derecha para volver hacia Guájar-Fondón.

Hay que descender de nuevo al río de la Toba, donde está la pista deportiva que comparten ambos pueblos, y atravesar de nuevo el pueblo hasta el inicio de la ruta.

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Para ver el track y descargar la ruta pinchad el siguiente enlace:

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