Hoy hacemos una ruta por Zumaia que combina un poco de turismo urbano con senderismo y playa. En la ruta visitamos la localidad de Zumaia y nos adentramos por la costa, por el sendero que va hacia Deba para visitar el Flysch. Son formaciones rocosas formadas por estratos de rocas duras que se alternan con otras más blandas, y que debido a la erosión y a los plegamientos forman un paisaje realmente único.
De regreso visitamos la Ermita de San Telmo, muy conocida por aparecer en la película “Ocho apellidos vascos”. La ermita domina la costa y la ciudad en un enclave realmente espectacular.
Provincia: Gipuzkoa
Localidad: Zumaia
Distancia: 8 km
Desnivel acumulado: 173 m
Duración: 2 h 30 min
Tipo de ruta: Circular
Nivel de dificultad: Fácil
Apta para perros: Sí
Apta para niños: Sí
Época recomendada: Cualquier época del año.
Fuentes: No
Restaurantes: En Zumaia.
Aparcamos en la localidad de Zumaia, a las afueras, donde es más fácil encontrar aparcamiento y nos adentramos por la orilla del río Urola hasta llegar al centro del pueblo. Damos una vuelta visitando sus callejuelas hasta la iglesia de San Pedro Apóstol.
Salimos del pueblo en dirección al Flysch. A la derecha, en lo alto de un risco, tenemos la Ermita de San Telmo, que visitaremos a la vuelta.
Llegamos hasta los acantilados que forman el Flysch. En la parte de abajo hay una cala formada por los estratos de las rocas, con una pequeña cueva que agradecemos pues nos permite ponernos a la sombra. Son las horas centrales del día y hace bastante calor.
El paisaje es realmente sorprendente. Con la subida y bajada de la marea va cambiando. Al bajar la marea podemos adentrarnos por las formaciones rocosas, quedando huecos entre las mismas con agua. La línea de costa que se divisa está rota por las formaciones rocosas, con acantilados y playas de piedras.
Después de un rato de relax en la playa tomamos el camino que va en dirección a Deba. Asciende hasta la parte alta del acantilado, y a partir de ahí va por lo alto del mismo, lo que permite disfrutar de magníficas vistas de la línea de costa, todo ello acompañado del verde de las praderas.
Regresamos por el mismo sendero, y al llegar a la altura de la cala donde bajamos a las formaciones rocosas del Flysch tomamos el sendero en dirección a la Ermita de San Telmo. La ermita está en lo alto de un risco, como si se tratara de la proa de un barco. Al otro lado hay una playa de arena fina, la Playa de San Telmo, que está llena de gente.
Descendemos hacia el pueblo y completamos la visita por el mismo.
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